Reseña histórica

Reseña histórica
CONTEXTO HISTÓRICO

Situado en plena Tierra de Pinares, a 46 km de la capital de provincia segoviana, encontramos nuestro magnífico pueblo, Navas de Oro.

Aunque no se sabe con certeza, se cree que origen tan peculiar de este nombre se remonta a tiempos celtíberos, en los que la denominación ‘'nava'' significa ‘'lugar bajo y húmedo'' y ‘'oro'' corresponde a una derivación fonética de ‘'Ataulfo'', probablemente el primer propietario de las tierras.

Desde tiempos muy remotos, la comarca Tierra de Pinares, perteneciente a la Campiña Segoviana ha estado habitada y muy influenciada por diferentes pueblos a lo largo de la historia, como atestiguan los numerosos restos arqueológicos encontrados en la zona:

  • Del paleolítico se han hallado restos en Alcazarén.
  • Del neolítico en Fuente el Olmo y Pedrajas.
  • Del periodo de Bronce, destacamos el enterramiento de unos restos de esqueleto de un individuo en posición fetal, por un vecino de Navas de Oro, Emiliano Román, así como numerosos fragmentos de cerámica tales como piezas, cazuela y vasos.

El período del bronce está representado en pueblos como Íscar, Olmedo, Fuente el Olmo, Chañe, Coca y la Edad del Hierro en Vallelado.

En la antigüedad, todos estos territorios estaban habitados por pueblos celtíberos, de la tribu de los vacceos hasta la dominación romana.

El paso del Imperio Romano por la Península, dio lugar romanización de la meseta al perder estas tribus celtíberas su independencia. Se encuentran importantes restos arqueológicos de esta época en las villas de la Armuña, Aguilafuente y la ciudad romana de Cauca (Coca).

Los restos visigodos, aunque no muy importantes, sí han sido muy numerosos en: Remondo, Mata de Cuellar, Chañe, Fuente el Olmo, Coca...

Tras varios siglos de ocupación por parte de los musulmanes en el año 711, se inicia la etapa conquistadora de los primeros reinos cristianos, que finalmente se consolidarán en los siglos X y XI, un fenómeno que acentuará la despoblación. Sin embargo, tras la Batalla de Simancas en el año 939, se inicia una nueva fase de repoblación sobre los territorios situados al norte del Duero, movimiento que más tarde se impulsará a territorios situados por debajo del río, tales como: Peñafiel, Sacramenia, Sepúlveda, Cuéllar...

Estos territorios situados entre el Duero y el Sistema Central, tomaron como modelo político, social y económico el de las comunidades de Villa y Tierra, en el cual nuestro pueblo se va a integrar por partida doble, al pertenecer una parte de Navas de Oro a la Comunidad de Villa y Tierra de Coca y la otra a la Comunidad de Villa y Tierra de Cuéllar.

COMUNIDADES DE COCA Y CUÉLLAR

Aunque no se conoce con exactitud la fecha de la creación de las dos Comunidades, es probable que la repoblación de los territorios situados al sur del Duero (Coca, Cuéllar, Peñafiel, Iscar, Olmedo, etc.), se realizará después de la Batalla de Simancas en el año 939, pero no fue hasta después de 1085, fecha de la toma de Toledo por Alfonso VI, cuando surgen las Comunidades de Villa y Tierra.

Estas Comunidades constan de una Villa, es decir, de un centro urbano fortificado o amurallado, que además es el centro de poder y de decisión, y la Tierra, que es un territorio con aldeas sobre las cuales ejerce su dominio la Villa.

Durante los primeros siglos de su constitución, siglos XI a XV, estas Comunidades se caracterizaron por su autonomía jurisdiccional, política y por ejercer la libre designación de sus magistrados y oficiales. Durante estos primeros siglos las Comunidades dependían del Rey o de algún miembro de la familia real.

Es en el siglo XV, cuando la Comunidad de Villa y Tierra de Coca cae bajo el poder señorial, primero del marqués de Santillana, para pasar pocos años después, 1453, a D. Alonso de Fonseca, obispo de Sevilla y la Comunidad de Villa y Tierra de Cuéllar pasa a depender de D. Beltrán de la Cueva, ler Duque de Alburquerque (1464).

En los primeros siglos estas Comunidades eran gobernadas mediante Privilegios y Fueros, como expresión de la autonomía jurídica local, pero poco a poco estos textos locales irán perdiendo fuerza e importancia, manifestándose años después este derecho local en forma de Ordenanzas. Las Ordenanzas regulaban todos los aspectos de la vida, tanto de la Villa como de los lugares de la Tierra. Contienen un conjunto de normas que sirven para el gobierno de los Concejos: provisiones de abasto, elecciones de oficios, limpieza de las calles, administración de rentas, uso y goce de bienes, policía urbana, organización del Concejo, y en general, todo aquello que podía conducir al bien común.

Navas de Oro estaba afectado, por partida doble, por este tipo de normativa, pues pertenecía a dos Comunidades distintas con ordenanzas distintas también, además, su carácter de pueblo fronterizo entre dos comunidades, determinó por un lado la concesión de privilegios (equiparación de los «pecheros» a los caballeros a efectos fiscales), pero por otra parte sufrió medidas de carácter restrictivo, según veremos en las Ordenanzas de Cuéllar de 1499 y 1546, referentes sobre todo a la corta de pinos y al vino.

Por una Real Orden de 1837, quedaron suprimidas todas las Comunidades de Villa y Tierra.

Por otra Real Orden, publicada en la Gaceta de Madrid (equivalente al actual BOE) el día 26 de agosto de 1876, se constituye de nuevo el Ayuntamiento general de Villa y Tierra, ordenándose que los pueblos de la Comunidad de Coca se sigan rigiendo con arreglo a las Ordenanzas de 1583.

Por un decreto ley de 6 de agosto de 1813 se suprimió la casa ducal de Cuéllar y en 1954, la casa de Alba, última propietaria del castillo de Coca que lo cedió al Estado.