A priori, ‘El Premio’ que propone La Quintana Teatro con el espectáculo que mañana viernes, 28 de octubre, pondrá en escena en el Teatro Juan Bravo de la Diputación a las 20:30 horas, parece atractivo. “¿Quieres ser el ganador de 'El premio'?”, “¿quieres dar tu vida por un sueño?”, “¡Tú pones el precio!”, apelan desde la compañía para captar la atención del público. Y es que 'El Premio' es un montaje convertido en juego -o un juego transformado en pieza teatral-, que cuenta con unos participantes de excepción: los propios espectadores, jueces de un circo romano trasladado al 2050.
Bajo la dirección de Marián Bañobre y la dramaturgia de Santiago Cortegoso, la compañía gallega invita, a quienes hayan adquirido una de las entradas puestas a la venta por entre 6 euros y 12 euros, a formar parte de un reality algo peculiar; un juego en el que el ganador de 'El Premio' tendrá veinticuatro horas de vida para disfrutar de sus sueños, cinco millones de euros para la causa que desee y la satisfacción de poder escoger su muerte y fallecer siendo héroe.
Con tintes de comedia ácida y argumento inspirado en la hipotética situación de las personas, en un futuro en el que el progreso tecnológico y la lucha hacia el éxito económico, sentimental y social las hayan obligado a participar en 'El Premio' como único modo de conseguir la felicidad, la obra pone al público en la tesitura de votar cuál de los tres concursantes debe hacerse con el jugoso trofeo. De paso, y mientras las pantallas muestran la vida de los protagonistas, sacando a la luz sus miserias, sus vicios y sus secretos más ocultos, la compañía anima también al público a reflexionar sobre qué significa ser mujer y sobrevivir a múltiples roles y actividades, a indagar en cómo afecta el cambio en las relaciones humanas que la tecnología está provocando o a reflexionar sobre la felicidad personal y sobre cuáles son, en realidad, nuestros sueños.
Desde sus inicios, La Quintana, ganadora de un Premio Max en 2008, se ha caracterizado por abordar temáticas sociales desde una perspectiva convertida en juego, siempre avalada por una investigación a pie de calle. ‘El Premio’ no es ajeno a esa manera de trabajar y la compañía coruñesa ha vuelto a encontrar, en general en la sociedad y en particular en la mujer cosmopolita, la mujer tradicional y el hombre perdido entremedias, a las mejores fuentes de inspiración para dar lugar a un montaje atrevido, interactivo, entretenido y tan surrealista como peligrosamente realista.