El otoño ya comienza a latir en la provincia de Segovia, y por octavo año consecutivo la Diputación ha decidido tomarle las constantes desde el principio, proponiendo a todos los habitantes un ciclo de conciertos de pulso y púa, conocido por ‘Otoños con Pulso', que dará comienzo el sábado 26 de septiembre y se prolongará hasta el día 7 de diciembre.
Los primeros -de un total de nueve agrupaciones- en atar con el sonido de sus cuerdas a los segovianos serán los músicos que integran la Ronda Segoviana, que este sábado 26 de septiembre subirán al escenario en Turégano alrededor de las 19:00 horas; momento en el que comenzarán a invadir cada rincón de la villa con su identidad folklórica. Pero como bien indica el nombre de otro de los grupos que participan en esta iniciativa, OPP Cuerda Para Rato, a este programa de conciertos aún le quedarán por delante horas de recitales en los que se escucharán melodías populares, habaneras, boleros, pasodobles, canciones de ronda, de tuna y hasta adaptaciones de piezas clásicas o temas de zarzuela.
Y es que dentro de los ‘Otoños con Pulso', tanto Gran Vals –de La Granja y Valsaín-, la Rondalla del Taller Cultural de Fuentepelayo, Tres Olmas de Fuentesaúco, Los Segoyanos, la Rondalla de Cerezo de Abajo como la Agrupación Musical de San Cristóbal, procurarán hacer bailar, o al menos moverse al son de sus melodías, a todo el público asistente. También lo intentará la rondalla Con-Trastes que, dependiente del Ayuntamiento de Carbonero el Mayor, se estrena en el arte de poner contra las cuerdas al frío otoñal en este programa de la Diputación.
A lo largo de estos tres meses, algunos de estos grupos repetirán una y dos veces en distintas fechas para lograr que, al final, en total sean 23 los municipios que disfruten, en otras tantas actuaciones, de los ‘Otoños con Pulso'. Se trata de un esfuerzo de la institución por preservar el sonido de la tradición y también por motivar a las agrupaciones musicales de pulso y púa existentes en la provincia, para que den cuerda a su pasión y continúen transmitiendo el valor de sus melodías. No en vano, para ello, además de ser destinados 9.521,30 euros por parte de la Diputación, cada músico participante invertirá la ilusión por reinventarse y continuar consiguiendo que las guitarras, las bandurrias y los laúdes del pasado no dejen de ser e interpretar sonidos también del presente.